Ordes y Negreira son los únicos municipios que han ganado población en el último año.
Los últimos datos de población del Instituto Nacional de Estadística confirman la tendencia negativa que afecta a las comarcas de Sar, Xallas, Barcala, Ordes, Arzúa y Melide, que pierden población en todos los casos, con la salvedad de las cabeceras de comarca de Negreira y Ordes, que ofrecen un saldo positivo entre los datos oficiales del 1 de enero del 2007 y la misma fecha del año pasado.
El municipio en el que el recorte de población es más abultado es el de A Baña, con 145 censados menos en tan solo un año.
Los últimos datos de población del Instituto Nacional de Estadística confirman la tendencia negativa que afecta a las comarcas de Sar, Xallas, Barcala, Ordes, Arzúa y Melide, que pierden población en todos los casos, con la salvedad de las cabeceras de comarca de Negreira y Ordes, que ofrecen un saldo positivo entre los datos oficiales del 1 de enero del 2007 y la misma fecha del año pasado.
El municipio en el que el recorte de población es más abultado es el de A Baña, con 145 censados menos en tan solo un año.
Especialmente grave es el caso de Toques, el ayuntamiento menos poblado del entorno de Compostela, que ha perdido 32 habitantes en el mismo período.
El aumento demográfico más importante, excluyendo de la estadística a los municipios del área metropolitana de Santiago, es el de Ordes, con 175 habitantes más. Esta balanza positiva tiene como contrapunto la caída generalizada en los demás términos municipales que forman su comarca. Especialmente graves son los datos de Frades, que ha perdido 85 vecinos respecto a los datos del año pasado. Las cifras de Tordoia tampoco son nada halagüeñas, ya que el descenso es de 68 personas, a las que hay que añadir en el análisis ordense a Trazo, que tiene 39 vecinos menos que doce meses antes. Esta pérdida anula el incremento de Ordes, lo que confirma que aunque la cabecera de comarca atrae habitantes de estos municipios no todos se quedan a vivir en su capital.
Negreira comparte con Ordes el aumento de población, con 120 habitantes más, pero si bien Ordes mantiene un ritmo demográfico positivo desde hace años, la capital de Barcala suma población por vez primera desde el 2002. Entonces, el censo ganó tres personas respecto a los datos del 2001 y, casualmente se situó en los mismos 6.573 negreireses que el INE les asigna en su último estudio demográfico.
Con las salvedades anteriores, los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística confirman la tendencia de los últimos años: la población solamente crece de forma significativa en el área metropolitana, aumenta en algunas cabeceras de comarca, baja escasos números en otros concellos de referencia y en el rural el descalabro aumenta de año en año.
El aumento demográfico más importante, excluyendo de la estadística a los municipios del área metropolitana de Santiago, es el de Ordes, con 175 habitantes más. Esta balanza positiva tiene como contrapunto la caída generalizada en los demás términos municipales que forman su comarca. Especialmente graves son los datos de Frades, que ha perdido 85 vecinos respecto a los datos del año pasado. Las cifras de Tordoia tampoco son nada halagüeñas, ya que el descenso es de 68 personas, a las que hay que añadir en el análisis ordense a Trazo, que tiene 39 vecinos menos que doce meses antes. Esta pérdida anula el incremento de Ordes, lo que confirma que aunque la cabecera de comarca atrae habitantes de estos municipios no todos se quedan a vivir en su capital.
Negreira comparte con Ordes el aumento de población, con 120 habitantes más, pero si bien Ordes mantiene un ritmo demográfico positivo desde hace años, la capital de Barcala suma población por vez primera desde el 2002. Entonces, el censo ganó tres personas respecto a los datos del 2001 y, casualmente se situó en los mismos 6.573 negreireses que el INE les asigna en su último estudio demográfico.
Con las salvedades anteriores, los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística confirman la tendencia de los últimos años: la población solamente crece de forma significativa en el área metropolitana, aumenta en algunas cabeceras de comarca, baja escasos números en otros concellos de referencia y en el rural el descalabro aumenta de año en año.
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