Política Territorial regulariza 38.000 granjas anteriores a la Lei do Solo

Miles de explotaciones ganaderas gallegas han logrado superar por fin el estado de alegalidad en el que se encontraban desde el 1 de enero del 2003, fecha en la que entró en vigor la Lei de Ordenación Urbanística e Protección do Medio Rural de septiembre del 2002, conocida como Lei do Solo y modificada en el 2004.
La Consellería de Política Territorial ha culminado el largo proceso administrativo que implicó el reconocer las granjas que ya estaban construidas antes de la legislación y con las que la ley tendría que ser laxa. El proceso fue iniciado por el PP, a petición de los sindicatos agrarios, y debía estar rematado en junio del 2004. Pero la tramitación de todos los expedientes, dispersos en varias Administraciones y dependencias, todavía acaba de rematar ahora.
En base a los datos que maneja el departamento que controla María José Caride, son 41.000 explotaciones las que ya han recibido las notificaciones que permiten a sus dueños realizar obras en ellas o acceder de una forma ágil a ayudas para poder realizarlas. Un total de 38.000 fueron regularizadas en los últimos tres años. Cerca de otras mil no precisaban este tipo de autorización y únicamente 39 fueron rechazadas. Las granjas están repartidas por todo el territorio gallego.
En este sentido, la conselleira de Política Territorial, María José Caride, explicó que «o recoñecemento das explotacións implica que as granxas poden pedir xa unha licencia municipal, facer reformas e, en consecuencia, a culminación do proceso implica un forte impulso para a modernización do sector».
Aunque la falta de ese trámite burocrático obstaculizaba la realización de reformas o la ampliación de instalaciones, muchos ganaderos fueron efectuando pequeños apaños en las explotaciones a la espera de obtener el documento.
Pero el importante paso que implica para el campo gallego el haber rematado el proceso llega con cuatro años de retraso, algo de lo que Caride responsabilizó al PP. «Cando chegamos en agosto do 2005, unicamente había 3.000 expedientes recoñecidos na Xunta», comentó. «Tivemos que apurar e chegamos a revisar ata 35 ao día», añadió.
La conselleira de Política Territorial reconoció que Galicia no ha tenido una cultura de protección del territorio y que ello ha derivado en el hecho de que los núcleos estén muy dispersos y, por tanto, la prestación de servicios sea más cara. Con el impulso que se da ahora a las explotaciones ganaderas, las granjas «poden optar ao respaldo dunha axuda económica para melloralas e tamén aumentar a calidade de vida»