Negreira y A Baña tensan al límite sus relaciones con un divorcio en torno a la piscina

El gobierno negreirés lleva al pleno su intención de asumir el proyecto en solitario.
El alcalde de Negreira, el socialista Jorge Tuñas Caamaño, destapó ayer la caja de los truenos para tensar si cabe aún más las deterioradas relaciones institucionales entre los dos concellos que forman la comarca de Barcala. Tuñas anunció la convocatoria de un pleno extraordinario para mañana, a las 21 horas, en el que se aprobará un proyecto modificado de la piscina climatizada, por el que Negreira solicitará a la Diputación que se le conceda la subvención «íntegra» de un millón de euros aprobada en el 2007 para construir la piscina, sin contar con A Baña.
Tuñas acusó al gobierno bañés encabezado por Andrés García Cardeso (PP) de actuar de forma «partidista», utilizando las instituciones para bien de su formación política: «Nós si fomos responsables e serios con este proceso. Aprobamos o convenio da piscina en pleno, e a cesión da auga municipal a Ceilán, polo que se queren ser partidistas, que busquen outros concellos que teñen cerca como Santa Comba ou Val do Dubra, pero Negreira non se vai prestar a ese xogo, porque nós temos que dar contas aos veciños».
Su homólogo de A Baña culpa a Tuñas de negociar a sus espaldas en la Diputación un nuevo presupuesto de 1,4 millones de euros para la piscina. García Cardeso dice que tuvo conocimiento «porque me chamou a secretaria do responsable de Economía falándome do novo presuposto e dunha próxima reunión para falar do tema, e iso chámase negociar por detrás sen dicir nada a unha das partes implicadas», destacó. Cardeso fue tajante sobre la conversación telefónica que mantuvo el lunes con Tuñas: «Eu non admito presións e amenazas de ninguén, e eles teñen máis experiencia nesas cousas co que pasou co seu compañeiro», en clara referencia al ex alcalde socialista Juan García Fuentes.
Campamentos
La gota que colmó la paciencia de Jorge Tuñas en este nuevo desencuentro con el PP de A Baña fue un presunto «veto» de un concejal bañés para que la empresa que se iba a encargar de los campamentos Val de Barcala contratase a monitores de la comarca. Según Tuñas, así lo comunicó el portavoz del PSOE de A Baña, Enrique Vázquez. Luego se lo corroboró el responsable de la empresa Sadega, ante lo que Negreira pidió explicaciones en una reunión a la que aún hoy no se le puso fecha después de diez días.
En A Baña dicen que ya tienen un nuevo albergue para los niños del municipio y que la empresa que renunció a presentar su oferta es la misma que contrató Negreira el pasado verano. De no celebrarse conjuntamente, sería la primera vez en 35 años de historia de los campamentos de Val de Barcala, ahora regulados por la Xunta, pero bajo organización de los concellos.
Tuñas dice que hay «capacidad» para afrontar la obra
El regidor negreirés lamentó que tras la reunión celebrada en Negreira el 5 de mayo entre los representantes políticos de los dos municipios, convocada a instancias del edil independiente Antonio Hombre, «quedouse en ter unha segunda reunión a semana seguinte ou a posterior na Baña, e non volvemos ter noticia», subrayó un Tuñas, que mantiene que su gobierno es consciente que sacar adelante una obra de tal calibre «é custoso», pero que hay capacidad suficiente para afrontarla en solitario. Jorge Tuñas recuerda que la subvención de un millón de euros concedida en 2007 por la Diputación, se perdió a finales del 2009, «recuperándose en marzo deste ano, grazas ás xestións do goberno de Negreira», pero que, a mitad de junio, «A Baña segue sen decidir que facemos con esta instalación».
La comparecencia de Tuñas fue aprovechada para cargar tintas contra la Consellería de Educación, y en particular contra el PP en la Xunta: «É cando menos bromista que Educación diga que non ten constancia de que solicitasemos o conservatorio de grao medio, porque é o mesmo que dicir que o goberno do anterior alcalde Blanco Pazos do PP, tamén mentía», tras entregar los documentos que corroboran que el 15 de marzo del 2006 está fechada la primera demanda firmada por Wenceslao Patao, por aquella alcalde en funciones.